Llévate en secreto las cuatro Jotas de una baraja a la parte superior, colocando entre la tercera y la cuarta una carta cualquiera. Ejecuta una mezcla y un corte falsos que no alteren el orden de las cinco cartas de arriba y anuncia que vas a hacer una demostración de segundas dadas. Reparte dos manos, una para ti y otra para el espectador. Al tomar la sexta carta para dártela a ti, no la dejes en la mesa. En su lugar, úsala como pala para recoger las dos cartas que ya te has dado y coloca las tres cartas sobre la baraja. Voltea las tres cartas de la mano del espectador: son tres Jotas. Déjalas sobre la baraja y reparte de nuevo dos manos. El espectador vuelve a tener tres Jotas (una de ellas será de un palo distinto a las de antes, pero, como las recoges rápidamente, no le dejas tiempo para que se fije). Toma las cartas y repite el truco dos o tres veces, recogiendo cada vez tus cartas con la tercera de ellas como la primera vez. Es precisamente el hecho de usar la tercera carta de tu mano como si fuese una pala para recoger las otras dos lo que hace que salga el juego una y otra vez, pues la sexta carta dada, una carta cualquiera, pasa debajo de tus otras dos cartas: una Jota y una carta cualquiera de esta manera, las cartas quedan ordenadas siempre igual: tres Jotas, carta cualquiera y la cuarta Jota. El truco gana en eficacia si lo realizas con rapidez. El público creerá que se trata de una excelente demostración de segundas dadas.
jueves, 24 de enero de 2008
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