Necesitas una baraja de forzaje compuesta de dos cartas diferentes en lugar de tres. Coloca unas siete cartas cualesquiera sobre ellas y una debajo de todo. Aproximadamente en el centro de la, baraja, la carta superior del segundo conjunto de cartas iguales ha de ser más corta que las demás y, justo encima de ella, irá otra carta, cualquiera para que cuando cortes por la carta corta, ésta quede en posición inferior. En la mesa habrá un sombrero situado un poco a tu derecha. para empezar, dos espectadores "elegirán" cada uno una de las cartas que vas a forzar y seguidamente las devolverán al lugar de la baraja, donde están las cartas iguales a ella. Explica que ahora ni los propios espectadores sabrían decir dónde se encuentran sus cartas. Luego, a modo de ilustración de cómo hay que dar las cartas, ve pasando las siete superiores una a una de la baraja al sombrero. al hacerlo, deja las cartas en un lado del interior del sombrero apoyadas horizontalmente, con el dorso hacia afuera. Haz como si recogieras las cartas del sombrero (toma en, realidad un par de ellas) y déjalas en la parte inferior de la baraja. Comienza a pasar los duplicados de la primera carta elegida, llevándolos lentamente hasta el sombrero. Sigue hasta que el espectador diga "Alto". Entonces nombrará su carta. Voltea la que, tienes en la mano para que se vea que es la elegida. Introduce la mano en el sombrero para recoger las cartas que hay dentro. Empuja algunas de las cartas indiferentes que todavía quedan para que caigan cara arriba sobre las cartas que acabas de echar. Saca el montón de cartas con las caras hacia el público y exclama: "Me alegro de que me hayas detenido en ese preciso lugar; si lo hubieras hecho antes, tu carta habría pasado de largo". Coloca estas cartas en la parte inferior de la baraja y corta abiertamente o bien haz en secreto el salto por la carta corta. El segundo espectador también dirá “Alto" cuando desee. Tras mostrar que se ha detenido en la carta que había elegido, empuja las restantes cartas indiferentes del sombrero sobre el montón que has formado y, al sacarlas todas juntas, muestra sus caras. El sutil empleo de unas pocas cartas indiferentes camufla por completo el uso de la baraja de forzaje, que nadie sospechará ni por un momento.
jueves, 24 de enero de 2008
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